La psicoterapia es una especie de “entrenamiento en conocerse a uno mismo”; es un proceso que nos permite profundizar en la esfera emocional para entender las emociones que sentimos cada día y que necesitamos para sobrevivir como especie social e interdependiente.

El psicólogo ayuda a la persona que emprende este camino a detenerse y hacerse las preguntas correctas para solucionar los conflictos que vive; acompaña en los momentos de sufrimiento, y celebra los cambios y logros. Los psicólogos no somos “cirujanos de la personalidad”, pero sí ayudamos a las personas a descubrir y fortalecer los recursos que necesitan para afrontar las dificultades que aparecen en la vida.

Para los psicólogos es esencial conocer y conectar con la persona que tenemos en frente. Cada proceso ha de ser entendido de manera única, buscando soluciones específicas centradas en la persona y su contexto.